MARAVILLOSO VÍDEO DE Mº ÁNGELES ROCCATO.
GRANDÍSIMA POETA Y ARTISTA,
GRAN MOSQUETERA DE LA PAZ EN REC-COQUIMBO.
GRACIAS, Mº ÁNGELES. ERES UNA DIOSA.
CON AMOR
NIEVI, Y TODOS LOS
CABALLEROS DE LA PAZ Y MOSQUETERAS DE LA PAZ
DE REC- COQUIMBO.
¡¡ FELICIDADES, REC, EN TU 3º ANIVERSARIO !!
Decidió llevar al parque a su pequeño para que disfrutase al menos un par de horas con otros niños y respirase aire puro.
Deseaba llevarle a la playa como le recomendó el pediatra, tras padecer su hijo una fuerte varicela, pero no tenía fuerzas…y el día estaba algo extraño, cambiante….o así se lo parecía.
Cuando llegaron, el niño disfrutaba feliz…el parque lo habían renovado con juegos nuevos, algunos, propios para auténticos equilibristas circenses…
(Siempre pensó que quien diseñaba los parques infantiles, era un kamikaze psicópata, o no tenía hijos…u odiaba a los niños).
La melancolía la arrastraba con disimulo, pero su cabeza no dejaba de dar vueltas a los cientos de problemas y preocupaciones graves que la atormentaban día y noche.
Apenas dormía. Trabajaba sin dar abasto. Y aún así, siempre le faltaba tiempo para todo.
No sabía como podría alimentar a su hijo esa semana. Ni cómo pagar el agua, la luz, medicinas…y tantas cosas básicas, necesarias. Había malvendido casi de todo.
Decidió relajarse…observar….intentar imaginar algo divertido para narrar…su amigo le había dado una hermosa idea…pero no cuajaba en su mente.
Se sentía demasiado agotada desde hacía mucho tiempo. Sin contar sus serias enfermedades, casi sin tratamiento por no poder costearlos.
Los dolores indescriptibles que padecía con frecuencia, eran cada vez más fuertes.
El buen humor siempre la había ayudado a sobrellevar el calvario de su vida.
A veces, sentía que había vivido mil años…intensamente.
Ajada.
Envejecida prematuramente en pocos años.
El sol relucía en todo su esplendor. Es primavera.
La necesidad de empaparse de belleza le hacía esforzarse en poner toda su voluntad en ello.
Necesitaba paz. Serenidad…sonreír a su hijito, que la miraba de reojo sin dejar de hacer malabarismos con aquellos infernales artefactos del parque.
Las hojas de los árboles no se movían. Ni siquiera las de las altas y majestuosas palmeras bajo cuyas sombras se cobijaba.
Pero el suelo, el césped y la arena, estaban cubiertos con un manto de hojas secas. Como en otoño, pensó...¡qué extraño!.
Llevaba días elucubrando una historia de misterio, con final humorístico, tierno…reflexivo.
Y en la tarea de recrearse en ello, seguía absorbiendo el bullicio de las risas, gritos y algarabías de los más de cincuenta niños con sus respectivas familias que disfrutaban del día.
Hermoso.
Escribiría sobre ésos momentos…con algún final sorprendente… ¿pero qué…?...ni idea.
Comenzaba a sentirse bien. Disfrutando del entorno. Pensando en sus amigas y amigos.
Pensamientos positivos de amor y paz lanzados como misiles hacia el universo…
Sonó el teléfono móvil: era su “oficialmente” marido…aunque nunca ejerció como tal.
Sintió una punzada en el estómago.
Como un puñal toledano atravesándole las entrañas.
No dejaba de pensar en él, ni en todo el horror que estaban sufriendo su hijito y ella.
Ya tenía la historia escrita en su mente.
¡No estaba mal, era buena, diferente…!
Aceptó la llamada. ¿Qué querría ahora? Le temía. Con sobradas razones.
Al escucharle, solo oyó una frase:” Pedro ha muerto; Lo entierran ésta tarde. Voy a ir…”
Fue incapaz de escuchar más…
Un escalofrío brutal recorrió todo su cuerpo desde la piel a los huesos, hasta helarle la médula.
No acertaba a decir una palabra…sollozaba en silencio, mientras lágrimas de lava quemaban su rostro, el corazón con taquicardia.
Las arterias de su cabeza parecían a punto de reventar. El dolor y las náuseas se hacían dueños de ella.
El escalofrío, ya era un frío invernal.
Desde sus entrañas, parecía expandirse a su alrededor.
¡Dios, no!, ¡Pedro!, su gran y amado amigo, Hombre Bueno y Buen hombre.
Le conocía desde que nació. Sabía que llevaba tiempo enfermo.
Pero no estaba tan grave…
Él fue quien le presentó a su actual marido, hacía ya más de quince años.
Justo cuando hacía siete años que había enviudado. Con un hijo mayor adolescente.
Le animó a acabar sus estudios, truncados hacía años de otra de sus aficiones en la Universidad. …sólo le quedaban unas asignaturas sueltas para acabar la carrera, entre otras muchas que ya había terminado.
Su actual marido, entonces en el seminario mayor, le animó, junto a Pedro, a retomarlos….y así lo hizo.
Comenzando una gran amistad que cinco años después acabó en amor.
Se casaron, y tuvieron a ése pequeño hijo, que adoraba como un regalo de Dios a todas sus penas y sinsabores.
La vida nunca fue fácil para ella.
Desde niña padeció múltiples desgracias.
Miles de recuerdos llegaron a su mente…con Pedro, con su marido:
Todas las vicisitudes experimentadas en los últimos años…nada fáciles.
Y que empeoraban día a día.
Lamentaba profundamente no haber ido a visitarlo desde hacía bastante tiempo.
Le adoraba.
Ya no había remedio.
Colgó el teléfono.
Seguía sonando, pero estaba paralizada.
No deseaba escuchar más. No podía.
De pronto, su hijo, que hacía unos segundos estaba a más de cincuenta metros, apareció a su
lado peguntándole :“mamá, ¿qué te pasa?, miré y te vi con la cabeza apoyada en la rodilla…”
Le explicó un poco.
Volvió a recuperar el “control” a duras penas…y le sonrió, aunque el llanto era evidente.
Su rostro siempre le delataba.
Por mucho que intentase disimular, todo su ser era un libro abierto hacia su alma.
Sobre todo, la mirada. Y más en quienes la conocían al menos un poco.
Nunca engañó, mintió…ni entendía a quien lo hacía… ¿para qué?, ¿por qué?
Es uno de los defectos que no toleraba, dañino, destructor y absurdo, además.
Prefería callar…pero tampoco podía disimular aunque se lo propusiese.
El niño, extremadamente empático, con una capacidad inusual e incomprensible para sentir y presentir… la consolaba mientras ella trataba de sonreír, contándole cosas hermosas sobre su amigo fallecido.
"Mamá, no estés triste" -dijo el niño-. "Él está feliz con papá Dios en “la otra dimensión”.
Puedes verlo, ¿verdad?...cierra los ojos…mira cómo sonríe.
Está muy bien allí mamá. Y puede volar… ¿a que sí?, ¿a que ahora puede volar ?...”
Sí…
Así estaba siempre Pedro: sonriendo.
Todos sus recuerdos, en lo bueno y malo, eran con su sonrisa.
Alentadora.
Optimista.
Sabio. Sencillo...Bueno
"Anda, ve de nuevo a jugar…no pasa nada, hijito. Estoy bien… "
Logró balbucear con serenidad...aparente. Quizá producto del shock
El cielo se nubló de imprevisto.
Soplaba un fuerte y helado viento. Drástico…acompañaba el clima a su ánimo.
Las hojas de los árboles zumbaban en sus oídos como una tétrica música.
Se irguió. Volviendo a vigilar los juegos del niño.
Al tiempo, las plácidas palmeras del parque se doblaban por la fuerza del viento que las azotaba repentinamente…
Como queriendo doblegarse en su lugar, acompañándola en su duelo.
Algunas gotas de lluvia comenzaron a llorar por ella.
Todo se volvió gris.
Sin luz… el final que imaginó para su escrito, había dado un vuelco de ciento ochenta grados.
Volvió a sonreír a su hijo, que seguía mirándola de vez en cuando, pendiente de ella.
Una mezcla de sentimientos encontrados la hacían sentirse cada vez peor.
Los minutos le parecían horas… decidió regresar a casa.
Su pequeño la abrazaba y besaba, en silencio.
Ella no deseaba trasmitirle su angustia…y le invitó a correr durante el camino.
El bullicio y la algarabía de la vida bullían en el parque. En la calle. En las aceras.
Pero ya no los escuchaba con deleite. No oía.
No hablaba apenas… solo su cabeza no dejaba de dar vueltas a mil cosas pendientes, sumadas a su amargura.
La gente reía. Familias paseando en bicicletas…otros haciendo deporte al aire libre.
Tomando aperitivos en las terrazas… o instando a sus hijos a marcharse para almorzar.
¡¡ ENHORABUENAAAAAAAA, MIS AMADOS BETO Y ÁNGEL MÍOS !!!. QUÉ MARAVILLA DE HISTORIA. CUANTA TERNURA. CALIDAD, Y MORALEJA....ACOMPAÑADAS DE
EL ÉNFASIS Y LA DULZURA DE LA VOZ DE MARIA ANGELES...
OTRA JOYA PARA EL PRESENTE Y LA POSTERIDAD. LES ADOROOOOOOOOOOOOOO, AMIGOS.
GRANDISIMOS ESCRITORES, ARTISTAS...
FELICIDADES DE CORAZÓN. NO DEJAN DE SORPRENDERME Y DELEITARME DE S BELLEZA Y SUEÑOS... BESOS CON EL ALMA DESDE GRAN CANARIA-ESPAÑA, HASTA GALILEA-ISRAEL, Y MENDOZA-ARGENTINA.
¿Cuántos enamorados gloriosos no envidiarían las delicias de una amistad como aquella, tarde tras tarde, después de los trabajos de dos consultorios tan disímiles como el de un médico y el de un abogado litigante?
Y es que en el monitor de los años, cuando la flecha de impulsión de la existencia va borrando el verbo del dolor originario de los sueños incumplidos, igual dan los espacios de negras grafías que los espacios en blancos. Todo ha sido vivido. No habrá saltos a su regreso, sino que, al suprimir los caracteres, seguirá la línea del espejo sin saltar los espacios horizontales en blancos, como si hubiera alguna escritura en ellos. Además, cuando no guardamos ni cancelamos los cambios operados en las niñas de los ojos, y cerramos la carpeta, ésta reabrirá las mismas pasiones de vidrios rotos ensangrentados. Y debemos plasmar otros sueños, como el amor que sustituye otro amor; y así, aunque seamos una misma sustancia verdadera y un símbolo errático, habremos triunfado sobre el no ser. Podemos entonces pedir al ordenador de nuestras fantasías que guarde los cambios que hemos operado sobre este amor equivocado.
Lo que no hemos vivido, como esa media suela de romo que no pusimos a deshora de la noche a las estrellas, etapas de realidades juveniles como canutos de dulces cañas negritas, es tiempo inmóvil que ha transcurrido, sin que hayamos podido poner, como ahora, el pié triunfante sobre el vasto verdor de la alegría, terreno de esperanzas que tenemos que cruzar, después de haber vencido el desierto del alma.
Inolvidable ocasión aquella en que después de toda una tarde libando la sangre de las uvas ligadas con ron, el doctor Lafragua cantó con su voz de niño la novena Sinfonía de Luidwig van Beethoven, la Odade la alegría, de Friedrich Von Schiller. Cuántas risas y felicidad entonces, como ahora cuando el doctor Armandito José silva la sinfonía nueva vez, así:
¡Alegría, hermosa centella divina, hija del Elíseo! Ebrios de fuego, pisamos, ser celestial, tu santuario. Tus hechizos traban de nuevo lo que ha separado con su rigor el capricho de la costumbre; todos los hombres se hacen hermanos donde se posan tus blandas alas. ¡Daos los brazos, multitudes! ¡sea este beso para el mundo todo! Hermanos... sobre el tabernáculo de las estrellas ha de habitar un padre amante.
Aquel que ha alcanzado el gran logro de ser amigo de un amigo, el que ha conseguido una esposa amable, ¡que junte aquí su júbilo! ¡Sí... aquel que llama suya siquiera a su alma en la redondez de la tierra! El que nunca ha alcanzado esto, apártese llorando de nuestra alianza. El que viva en el gran anillo, ¡rinda homenaje a la Concordia! Ella conduce a las estrellas donde reina el Desconocido.
Alegría beben los seres todos en el pecho de la Naturaleza; todos, los buenos y los malos, siguen su rastro de rosas. Ella nos dio besos y pámpanos y un amigo probado en la muerte; placer fue concedido al gusano, y el querubín está delante de Dios. ¿Os postráis, ¡oh mundo!, al Creador? ¡Buscadlo sobre el tabernáculo de las estrellas! Sobre las estrellas tiene El, sin duda, su morada.
Algún día como éste, con tan sólo hacer un clip sobre la ventana de tus ojos, la muerte no será más. Guardaremos su cara de Jano. No necesitaremos del fuego eterno ni de las cadenas perpetuas del macrocosmos para que la madre de todas las desolaciones sucumba por siempre jamás en el hoyo negro del averno. Bastará hacer clip en el monitor de los sueños, que son el único estado de felicidad posible; clip de los sentidos que son como una multicolor mariposa de alas enormes y salvajes, coloreando el alba con su mundo de néctar y aromas...
No quiero reintegrar a la hija del barro luminoso. Porque el verbo es en él, y ella en aquél; y ambos son uno solo. Armandito José no sólo dio fe del amor que absolvieron sus sentidos, sino también de aquel que alimentó las hormigas del paraíso con sus postreras miradas sobre el mundo. Cuando el amor hace clip en la ventana de tus ojos, éstos no son necesarios cuando los sentidos deshojan una rosa extraña y hermosa. Así es la muerte; en ella todo es sombra y dolor, pero el amor prescinde de la noche, cuando nuestros sentidos, en vigilia inconsciente, purifican sus rosas gozando los últimos recodos de luz de la órbita prohibida de Dios.
Creo que Armandito José y Lafragua triunfaron sobre el no ser, aunque no parezca cierto que vivir significa tener aún pendiente morir. Aun cuando la vida es sueño, morir no es sólo dormir en polvo y cenizas. Por eso la magia que la realidad le trasunta a cada instante, algo así como un don divino, viendo más allá de las cosas, es que sus sueños, aunque hagan llorar a las hormigas del valle del Dante, presentan algo que trasciende la fe de sus sentidos. Y morir, entonces, no es sólo morir; ello significa, en todo caso, que no estamos, al igual que antes, precisamente, del todo vivos... o muertos...
Sí. De Minerva Novas del Peral, amo su cuerpo hermoso y perfecto, sus ojos de paloma. Y de Patricia, amo la rectitud de su alma... Ambas completan en mí, sí, una sola mujer... Son mi alma gemela. Sí.
¿Sabían muy bien, entonces, cómo desdoblar el tiempo y el espacio?; antes que un niño asombrado frente al poder terrible del esperpento, hallaron desde entonces la mejor manera de hacer feliz su tránsito terrestre, gracias a la ventana de oro del monitor de agua de almendras molidas. Palmira misma, el amor de su vida, sin las rayitas de lápiz de carbón en la línea de la vida en la palma de su mano, es decir, sin la otra cara de la existencia, como Lafragua que fue feliz porque conoció las dos caras de la naturaleza humana, la de la felicidad y la del dolor, no hubiera llegado a ser, sin la ardorosa Luciérnaga Pérez, su verdadera alma gemela, si la tristeza no cae como un horizonte sombrío sobre un corazón traicionado.
Yo, he ganado lo vivido–le confesaba constantemente el doctor Lafragua a su mejor amigo en Santa Cruz de Las Uvas. -El mundo se estremecía cuando repetía: De Minerva amo su cuerpo hermoso y perfecto; de Patricia, amo la rectitud de su alma.
Y aun hoy el doctor Armandito José ve que aquel muerto clama justicia desde la tierra y su cuerpo crece en la tierra a medida que pasa el tiempo, vive por siempre más allá de los sueños salvadores. Y como en su último diálogo sobre la tierra, hoy sobre los predios de los sueños entre los cocoteros de las estrellas vuelve a despedirse diciendo al doctor Lafragua:
Confieso a los cuatro vientos, y sobre los siete mares, que morir es no-ser en el monitor de los sueños de una abeja antivirus programado en el disco duro del nuevo amanecer, aunque no estemos como ahora resaltando con luminosos colores los secretos del libro de la vida... Y es que desde siempre, hermano Lafragua Guerín, sucede que:
Por la manchega llanura se vuelve a ver la figura de Don Quijote pasar...
Ganadores inauguraran la revista literaria en conmemoración al segundo aniversario RED ESCRITORES COQUIMBO, el 19 de Junio, 2011 RED DE INTELECTUALES DEDICADOS A LA LITERATURA Y EL ARTE, DESDE COQUIMBO, TIERRA DE GABRIELA MISTRAL PINTURA HUMANIDAD: AUTORA: Cristina Alejos Cañada
LISTA GANADORES DEL CONCURSO RED ESCRITORES COQUIMBO
GANADORES POR JURADO
1° LUGAR.............. FLOR DE SOLEDAD…… Redondillas....RAFAEL MERIDA CRUZ LASCANO......Poesía
2 LUGAR ………………PAZ …..MARÍA ORETO…… ……………………………………………………………………………POESÍA
3 LUGAR………………..Soles y tiempos viviendo……Eloísa Echeverría……………………….Poesía
PRIMER LUGAR ................IMPOTENCIA.................................MARIA ORETO.................................Narrativa
SEGUNDO LUGAR .................VIEJO NUEVO HOMBRE....................BETO BROM.....................................Narrativa
EMPATE:
TERCER LUGAR… SOBRE NUESTROS HERMANOS HUMANOS………Publicado porPatrice A. Blanco……NARRATIVA
TERCER lugar……………IMPIEDAD…… Iniciada por…………………… Jaime León Cuadra………NARRATIVA